martes, 12 de marzo de 2013

Bangkok y la Cultura Tai

 Luego de más de 15 días en las playas Kem Piña, por fin llegó la hora de meternos en el lado más cultural de Tailandia. Y no es que el paraíso tropical no nos contentara, muy por el contrario, nos encantaba! pero luego de unos días en el sur, uno siente como que nada en la cultura tailandesa, pero no la toca: mucha gente habla inglés, te hacen las cosas fáciles, mucha comida occidental, y obviamente: muchos turistas!. Y entonces, Bangkok, la capital, con sus templos y vida callejera, sonaba como el real Tailandia, que por estas razones me moría por conocer y que me hizo olvidar rápidamente las casi 12 horas de tren para llegar y las 9 horas precedentes de ESPERA del tren en una estación fea como la muerte y no muy amistosa.
Dormidos, hediondistas y contentos llegamos a primera hora a Bangkok a volver a sentarnos y pensar cómo caralho salíamos de ahí sin morir en la estafa y saber dónde estábamos parados. Rápidamente nos tuvimos que armar del glorioso mapa y la encargada en comprarlo fui yo. Ahi conocí el glorioso mapa de Nancy Chandler, que me encantó y que usé muchísimo en adelante, que en realidad era un mapa para ubicar datos de comida, salidas, ferias, y shopping y que Tomás no alcanzó a darse cuenta qué compraba realmente pero que en definitiva: ¿era o no era un mapa? Lo era.
Así, salimos en nuestro primer tuc tuc, que son estas moto-taxi-kistch caracterizada por conducir como demente en zonas prohibidas y cobrar un precio aún más dementemente estafador.

La experiencia por lo menos una vez igual lo vale, y entre sentir en intervalos que íbamos a morir (pero que qué bien lo habíamos pasado hasta ahora) y reirme nerviosamente, llegamos al hostal, dejamos las mochilas y salimos a comer (lo primero es lo primero). Y esto fue parte de lo que vimos:

Cosas extrañas

Más cosas extrañas




Gringos







La vista de parte de la ciudad desde una de las puntas de un templo (Golden Temple)





Y por supuesto casi absolutamente todo en Tai, así que cachando huevito, seguimos por nuestra senda, mirando mirando probando probando!

                                                    





El hostal , una casa de abuelitos con muebles de abuelitos y baño de abuelito y cama de palo de abuelito, con un lindo jardín y ubicado cerca -pero no en- la bulliciosa y famosa calle Khao San Road, que es una calle archifrecuentada, donde se ve toda la fauna de la locura y carrete turista/tailandés. Ahí nos dedicamos a sapear cada noche lo que por su avenida pasaba: comida, gringos tontos y más tontos, ropa, bichos para comer, prostitución creativa (averigue), masajes de patitas (que tuvimos que probar), jugos maravillosos y en fin, todo.

Khao San Road



En esa misma calle fue que conocimos a una pareja muy buena onda de chilenos: Pati y Felipe, con quien nos dedicaríamos a ver templos al día siguiente, porque Bangkok está lleno de... templos!!!! Y terminaríamos el día en uno, si no el mejor, de los bares de Bangkok, un bar de blues que estaba a la vuelta de la casa: el AdHere. Pah, qué bueno que estaba!












Tailandia es uno de los países más creyentes y budistas que van quedando. La fe se ve en todos lados y en todas formas, y nos sorprendió desde el primer día donde nos fuimos a conocer el centro modernosi shoppingtero de la ciudad (emmm, Tomás, Tomás que se quería comprar cosas) , y que nos encontramos con un templo en pleno ajetreo oficinistico de la ciudad, donde los mismos trabajadores llegaban hasta con traje a dejar flores e incienso y a rezar a sus deidades.
Qué contraste más maravilloso, donde todo coexiste sin problema:

A un lado de la calle el templo:





Y al otro lado de la calle (justo al frente):


El Budismo es bien difícil de entender si no se sabe mucho y se viene de una sociedad esencialmente católica, o cristiana. Se mezcla mucho con las ofrendas de dinero, de comida, se ofrenda a los monjes con esperanza de en la próxima vida ser rico, y los símbolos de riqueza se hacen muy importantes, lo que para nosotros puede parecer incompatible. Pero no lo es.  Esto, al punto de que cuando estuvimos en una ceremonia de monjes, uno de ellos nos tradujo (y a muchos otros turistas visitantes) lo que ellos decían, y entonces nos agradeció por estar ahí, por el interés, y que nos deseaba una vida muy rica, y que cuando volvamos a nuestro país seamos muy millonarios!!!!! y tengamos mucha mucha plata!!!! yujuuu! Plop. Pero así que como yo digo que es difícil de entender, soy un excelente ejemplo de ello y no podría contarles mucho más de lo que vi. Y de esto también puedo decir que gracias al budismo , son una sociedad enormemente pacífica, tranquila y alejada de todo conflicto. Los Tai rehuyen el conflicto, jamás se ve a la gente agrediéndose, subiendo la voz, o en fin, ni la más mínima muestra de agresividad. Creen en el karma por lo que tienen una inquietud desde que nacen por ser buenos, correctos, y se preocupan bastante por los otros. En definitiva, un amor. Y un amor enorme por su buda, por sus deidades, y una constante preocupación y respeto por ir a ofrendarlo a él y a los monjes que siguen su camino, con manjares recién cocinados, flores e inciensos, mientras le piden cosas que solo ellos saben y les prometen seguir siendo fieles y bondadosos con los otros, porque acá no hay pecado que se borre con repetir unas oraciones, sino que es de por vida (una próxima, tal vez), y esto se lo toman en serio.


Con esta posición, o reverencia, es que también los Tai agradecen, y eso es una de las cosas que he encontrado más bonitas en este viaje. La forma en que lo hagan depende de a quién se haga: dios, autoridad, o personas comunes, y cuando yo lo empecé a hacer con las personas con las que iba interactuando, era muy bonito lo que se producía ya que se veían muy contentos de ser agradecidos de esa manera también. 


Ahora, si bien no hablamos de deidades ya, hay un hombre que casi a este punto llega: el Rey. Y el Rey, es una persona tan adorada por los Tai por haberlos ayudado en tantos conflictos, que en realidad no hay persona que no lo adore ni no tenga una foto de él. En este punto habremos de detenernos, ya que nos dimos cuenta que hay tantas fotos como versiones de el Rey (que al parecer es un hombre multifacético): rey deportista, rey amigo de los animales, rey fotógrafo, rey ama la naturaleza, rey jardinero, rey músico, rey estudioso, rey salvaje, rey boy scout, rey monje... y en fin. Ya decía que era multifacético. 









Lo mejor del Rey no termina acá, y nos enteramos de la manera más tenebrosa del mundo, y fue en una estación de buses, cuando nos íbamos de Bangkok: De un minuto a otro, apareció una canción en los parlantes (muy tenebrosa de por sí) y la gente se quedó congelada. Sí , congelada. La gente que iba caminando paró de golpe de caminar -y probablemente de respirar- y así cada persona en toda la estación. Probablemente el único movimiento que había era de nuestras cabezas -horrorizadas- mirando en 360º a ver si estábamos aún vivos o habíamos muerto hace un rato. El otro tipo que también se movió era uno que llevaba audífonos y a los pocos segundos se congeló también. El Truman Show duró un minuto por reloj, que fue eterno, y donde luego de golpe la gente volvió a lo suyo, con cara de nada. Era la hora del Rey, y es que cada domingo a las seis de la tarde, el rey sale en la tele y se pone su canción , el himno, y se hace un minuto de congelamiento (también cada día a las 8.00 am pero nunca nos supimos, claro).  Por supuesto que nos enteramos de esto días después por lo que vino luego fue pellizcarnos para comprobar el estado de vitalidad y preguntarnos una y otra vez qué había pasado. Sí. Miedo. 


Como ven, estoy escribiendo mucho más de aspectos de la cultura tailandesa, y es que en Bangkok por fin las vi. En este punto no puedo dejar de mencionar a las adolescentes, otros de mis puntos adorados de esta sociedad, y es que parecen sailor moon y me recuerdan tanto a los monitos chinos y japoneses. Andan vestidas como Sailor, es cierto, mientras que los hombres como Boy Scout. Se ríen, cuchichean y tienen vocecitas así, claro, muy de monito chino. Un encanto. Van al colegio en moto, y la clásica imagen es una amiga adelante y la otra atrás pero con las piernas cruzadas y mandando mensajes de texto. Tuve la suerte de poder conversar con unas cuando se acercaron a nuestro amigo Felipe, para hacerles unas preguntas sobre la cultura tailandesa- para la clase de inglés. Se reían jujujujujuju y se ponían de mil colores antes de hablar, y se reían de todo lo que decíamos. Cuando se fueron les tomé una foto y salieron muy señoritas. Y entonces les dije, vamos!, Tai way ! (a la manera Tai) y entonces ahí levantaron sus deditos chinitos, la manera más asiática de salir en las fotos, que más tarde Tomás agregaría a sus poses fotográficas. 








Las dos últimas noches, dejamos a los abuelitos para pasarnos a la casa de Berwine, una chica de Singapur que nos recibió en su casa donde haríamos Couchsurfing (una asociación donde gente aloja en su casa por fines buena onda). Fue una casualidad que Berwine vivía en un super apartamento, por lo que estuvimos descansando y reponiéndonos del trajín viajero, y compartiendo un poco con ella, quien nos contó más sobre otros aspectos de la vida Tai y asiática y nos ayudó a entender algunas cosas. La vimos poquito, pero fue increíble. Ideal para coronar unos días en la capital efervescente de Asia, y listos para ir a conocer otras de sus ciudades, algo más tranquilas. Partíamos por fin, al archiquerido Chiang Mai !

                                     

Datos para el viajero:


*Los abuelitos son: Vila Guesthouse Bangkok, y lo reservamos a través de Agoda. 
*El bar AdHere queda en 13 Samsen RoadBangkok.
*No recomendamos tomar Tuk Tuks en Bangkok, ni casi en ninguna parte en realidad. Pero acá son terribles, te quieren cobrar cinco veces lo que vale y no van muy lejos. Un taxi es lo mejor pero tienes que FORZARLO a que ponga el taxímetro (creo que los color rosado barbie son los más confiables). El resto tomar buses locales, y averiguar antes obviamente si no quieres perderte. 
*Tomar taxiboat, los botes que salen y atraviesan la ciudad por sus ríos, es bien barato y efectivo si es que es la ruta que necesitas.
*Estuvimos en Bangkok en temporada alta, Enero 2012
*NO hablar mal ni siquiera en broma del Rey, porque te pueden meter hasta en la cárcel. De hecho ahora tengo miedo de publicar esto, pero que quede constancia de que YO TAMBIÉN QUIERO AL REY!










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