La
isla más pequeña de nuestro recorrido (se debe recorrer en moto completa en
unas 2 o 3 horas, la dificultad la hacen las rutas más que la distancia) y la
primera que visitamos en el lado Este de Tailandia, otra costa, la que recibe
el tan temido Monzón que, sin embargo, no hemos visto hasta ahora ni en
pintura.
Es parte
del archipiélago que también componen Koh Samui y Koh Phangan, islas un poco
más grandes y con los records más altos de cañas dolorosas (estomacales y
morales) con sus “Full/half /and everyday Moon Parties”, según los registros de
los locales.
El camino hasta Koh Tao fue un tramite más o menos largo, nuevamente nos tiramos en el plan independiente y además queríamos evitar a toda costa el ferry nocturno a la isla que según leimos, era del terror, por lo que hicimos en tres tramos: Ao Nang - Surat Thani, en una mini van tranquila, luego Surat Thani- Chumphon en una mini van suicida que me dejó calambres en la pierna de tanto presionar el freno imaginario por acto reflejo, y luego de pasar la noche en Chumphon, el Ferry diurno a la mañana siguiente... un trayecto largo y cansador, pero efectivamente muchísimo más económico y en un ferry sin los mareos nocturnos que tanto preocupaban a mi negra.
Al
llegar desde el puerto de Chumphon luego de un viaje de 2 1/2 horas en ferry,
nos encontramos con un pueblito lleno de ofertas de buceo y hospedaje,
acosadores en nivel medio, por lo que no desagradaba ni estorbaba el paso (en
otros lugares te toman del brazo, y si te niegas, se enojan!) así que nos dimos
el tiempo de arrendar una moto y movernos con soltura por el resto de la isla
hasta encontrar nuestro lugar que, sintomáticamente y como si Koh Tao fuera el
mundo, estaba metido en el rincón sur oeste de la isla… "Chalok". El Chile de Koh Tao.
Al
arrendar la moto me llamó la atención el hecho de que pese a ser scooters
normales, tenían ruedas de motocross, pensé que eran buenos pa´ meterse a la
playa con las motos… pero no. Luego de atravesar la isla por caminos de tierra
y piedras, con cuestas en ángulos imposibles, entendí de qué se trataba la gracia
de las rueditas con agarre y que sin ellas, el porrazo era inminente.
Esta
isla vendría siendo la de los amantes del buceo y la vida bajo el agua, así
como Railay era la de los amantes de la escalada, así que por un asunto de
herencia paterna directa me sentí muy a gusto y conectado con este lugar y justamente
por esta vinculación sanguínea con el mar , nunca desarrollada en su plenitud
por un sinfín de justificaciones injustificables, decidí saldar cuentas con los
ancestros y visitar lo que para mi abuelo paterno fue su oficina por tantos
años. Me metí en un curso de buceo, pero no en cualquier escuela, fui un alumno
de Alvaro Dive School. La escuelita
familiar de la isla, una de las más pequeñas y más apartada (estaba en el
rincón sur/oeste y sólo se llegaba caminando por el agua), un rinconcito de la
isla en donde había muy buena onda y un instructor español bueno para los
puchos y el café (que no era Alvaro, era Beltrán, aunque la Maca lo llamó así
las primeras dos horas de conversación) que de entrada me hizo sentir bien
de la casa.
Se puede vivir aquí no? |
El
buceo fue increíble, la experiencia de andar bajo el agua es, curiosamente, lo
más parecido que podemos hacer para imaginar el acto de volar, debido a la
sensación de ingravidez y a la posición en el agua (tal cual lo hace superman)
y el escenario elegido para hacerlo difícilmente pudo ser mejor. El agua es
otro lugar, el ritmo es distinto, más lento, el apuro es castigado con menos
tiempo para sumergirse, la respiración requiere calma y relajo, no hay de otra
que estar sin apuro y disfrutar!. Rápidamente me daba cuenta de que mi abuelo tenía razones de sobra para pasarse
una vida entera metido en las aguas (aunque más frías y menos tranquilas)
del litoral central, en los años en que seguramente también era un paraíso,
lleno de vida y abundancia, sin las cañerías de San Alfonso del Mar, sin los
desagües de El Quisco y, más importante aún, sin tener que pedir permiso para
entrar a la playa, en Cantera, Pelancura o donde se le antojara intrusear a ver
si salían Pejesapos, Locos y Lapas. Ahora, estando yo abajo del agua, pensaba en él,
mientras miraba los peces payaso y unos tremendos Meros que pasaban mirándome
con cara de no te tengo miedo. Yo
tampoco les tenía miedo, pero sí me andaba con cuidado, mal que mal, estaba
jugando de visita.
Bobaloo Bar, a exactamente 25 metros de la cabaña... |
Koh
Tao se nos pasó entre lecturas a orilla de playa, haciendo Snorkelling en
lugares como Tanote Bay (que tenía uno de los arrecifes más increíbles y
tremendamente poblados, una locura), desayunando baguettes y jugos de fruta
donde la tía regalona de turno, paseando en moto cerro arriba y cerro abajo por
la isla y descubriendo uno de los nuevos talentos sorprendentes de la Maca… el
Mini Golf, simplemente un talento natural para el deporte. Pero qué hace el minigolf acá se preguntarán,
pues encontramos una canchita y, con el relajo que tenemos de no hacer los
paseos turísticos aventureros obligatorios, nos metimos a pasar la última noche
ahí. No exentos de aventuras, como verán.
Koh
Tao significa Isla de las Tortugas…
lamentablemente de esas, ya no queda ninguna, como casi no quedan locos
en los roquerios de Cantera. Sin embargo, aquí si están tomando medidas y
acciones para cuidar lo que queda y reparar de a poco lo que se ha descuidado, que pena pensar que no puedo decir lo mismo de mi costa...
T.
T.
Datos para el viajero:
· A causa del curso de buceo (venía incluído) nos
quedamos en los Taraporn Bungalows .
Costaban 500 baths por noche y estaban bastante bastante básicos, pero
bien, sobre todo por el lugar (Chalok, sector sur oeste de la isla), rodeado de playas pequeñas cuasi privadas. Al
lado de este se encuentran un par de hoteles-bungalows más, justo antes estaba
uno llamado Sunrise y el que seguía al nuestro se veía también buenísimo. Ambas
recomendaciones si se tiene más presupuesto (1.200, 1500 baths temporada alta):
· En este mismo entorno, Babaloo bar, el mejor de
todos. Si no se quedan en esa zona, pues arriéndense una moto y vayan! Es el
sueño hippie-Tai.
· No quedarse en Sairee Beach, a no ser que estén
en búsqueda de lo turístico, gringo y carretero.
· Si van a arrendar motos fíjense que tengan grip
(calugas) en las ruedas. Nosotros arrendamos en Golden, una oficina justo
afuera del Pier, a 150 y ningún problema. (Buena idea también hacerlo llegando
si no se tiene hostal, mapa en mano , mochilas en la oficina y a buscar).
· Nunca carguen el estanque de las motos
completamente, carguen con lo mínimo posible que es 50 baths y van rellenando
porque te las entregan sin bencina al arrendar y así tiene que volver, si no,
estas regalando plata.
· Golden es una marca popular en la isla, también
tiene un par de restoranes, y un buffet de parrilladas… no vayan a ese. Malo
malo malo.
· Tómense su tiempo (y reviews en internet) sobre
la empresa de buceo que elijan.
· Planificar con antelación la salida de la isla,
ya sea paquete, ferry o lo que sea. Sobre todo para los trenes en Tailandia, se
llena rápido.
La Tigresa de Occidente, o la nueva Tiger Woods... |
Bobaloo Bar, 10am. |
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