domingo, 14 de abril de 2013

Siem Reap y las ruinas de Angkor Wat



Llegamos por avión a Siem Reap, un piquecito de 2 horas desde Laos por falta de tiempo y escases de pasajes en bus. Nos esperaba un cartelito con un amistoso “Welcome Maca & Tomas” en manos de “Paul” el chofer de tuk tuk que nos llevaría al hostal y nos acompañaría (luego de fijar precio) los dos días siguientes en Angkor Wat, los templos más importantes del sudeste y nuestra principal razón para visitar esta ciudad.

Nos esperaban en el Hostal Green Park Village que, según sabíamos, quedaba un poco fuera del centro, así que nos fuimos metiendo en los barrios más periféricos entre mercados de frutas y comidas callejeras, entre motos y autos y tuktuks corriendo por un espacio en el estancado tráfico de hora punta que tiene 4 sentidos en vez de dos, o en realidad todos los que se puedan dibujar en una de las calles más colapsadas y torpemente transitadas que hemos visto… básicamente cada uno se hace espacio en el sentido que quiere ir entre el resto de los otros vehículos, que hacen lo mismo y también en cualquier dirección, la línea separadora de la calle no es más que una mera referencia casi simbólica.

En medio de unos mercados y luego de pasar por un callejón lúgubre, hediondo y bastante intimidante, llegamos al hostal que contrastaba, afortunadamente, muchísimo con su entorno. De hecho nos encontramos con la mejor pieza de nuestro periplo hasta ahora.

Al día siguiente partimos con Paul a conocer Angkor entusiasmados e impresionados del panorama, nos motivamos a tal nivel que nos propusimos ver el amanecer allá, por lo que estábamos arribando al templo a las madrugadísimas, oscuras y concurridísimas 5:20am.

Nos encontramos (oímos en realidad, porque no veíamos) con una multitud de gente que esperaba sacar una foto que está en todos los kioskos camboyanos de Angkor Wat (el templo principal) reflejado en la laguna que tiene en 
frente con la luz del amanecer. El día claramente iba a amanecer nublado (era fácil notarlo incluso en plena oscuridad de las 5 de la mañana porque la luna llena nos iluminaba maravillosamente el manto de nubes que cubría todo el cielo, pero pocos lo notamos así que eso nos dio tiempo para recorrer el templo casi solos por los primeros 30 o 40 minutos de luz mientras turistalandia esperaba la foto perfecta que simplemente ese día no llegó.
De los templos, que son muchísimos y en un radio de cómo 100km2, recorrimos los más importantes en el 1er día y el perímetro más exterior en el segundo.

Es todo un poco incomprensible en términos de magnitud, devoción, fé y también en la destrucción de muchas de las instalaciones, en parte culpa de los arboles que crecen salvajemente entre las rocas talladas de los templos y van deformando sin reparo el suelo y con ello demoliendo estrustucas, en parte por casa fortunas que cortaban cabezas de dioses y guerreros de piedra para coleccionistas, y en parte por los malafamados Khamer Rouge, el movimiento comunista que entre el ´70 y el ´75 intentó revolucionar Cambodia y lo único que logró fue un genocidio que dejó ¼ de  la población desaparecida en fosas comunes (2 millones de personas). Entre muchas otras cosas, prohibían la fe en cualquier religión, toda devoción debía ser dirigida al partido, el Angkar, por lo que no hubo mejor idea desde las altas cabezas que romper los templos, las pagodas y perseguir a los monjes. Todo es muy oscuro aún cuando se revisa la historia reciente de Cambodia, pero este periodo genocida debe haber sido uno de los más brutales y el punto más negro de su historia.

Entre las visitas a los templos, ya de vuelta en la ciudad, mercados nocturnos, la hiperpoblada “Pub Street” (así, corta), masajes en los pies con peces come piel que  (me van a retar por esta) casi no tocaban mis cañuelas por el festín que ofrecían las pielimuertas patitas de mi negra. Me tuve que cambiar de piscina para tener la atención de otros peces que aún no conocían el paraíso de la piel Stemann…
El Chelo del Dr. Richner

Visitamos además el hospital de niños Kantha Bopha, proyecto privado desarrollado por el Dr. Beat “Beatocello” Richner que, a punta de donaciones privadas y tocando su chelo para llamar la atención del mundo ha logrado parar 2 hospitales full equipo totalmente gratis para las familias de los niños enfermos del país. El Dr. “Beatocello” ofrece conciertos gratuitos en el hospital los sábados para mostrar el asunto a los turistas del mundo y sensibilizar respecto al tema, además de acusar y pelear desde su trinchera. Otro héroe del que algún dia se va a hablar mucho más que ahora, porque seguro hoy recibe harta censura no sólo de parte del gobierno camboyano.
Siem Reap muestra Camboya bien clarito. Caótico y pobre, sacándose la tierra del traje a sacudidas, aún reparando daños y duelos y buscándole la mano amable a un gobierno corrupto, con un rey polémico, que acaba de morir dejando a su hijo para seguir retomando el rumbo

El nuevo rey es soltero. Algunos dicen que es bueno pa la tontera y el mambo. Pero es querido y respetado, reconocido además por cosas buenas, viene dejado en el trono por su padre.
Los reinados de padre e hijo dan buenos augurios por acá… al menos eso dice la gente.  Tal vez esperan que la continuidad les traiga buenos tiempos.
Como en las tres generaciones del imperio de Angkor Wat.










Hedonista Presidente, 2014


Angkor Wat



Esa es la foto que todos querían a las 6:00am, pero como estaba nublado salió mejor a las 12


Malditos Hedonistas.-



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